Nutrición infantil: niños sanos, adultos más sanos
Los primeros años del desarrollo de un niño tienen profundas consecuencias en él hasta bien entrado en la edad adulta. Sólo ahora los científicos están descubriendo el alcance auténtico de las repercusiones que tienen los primeros años de desarrollo en el bienestar de la persona adulta.
Un proyecto europeo está recogiendo información que ayudará en la formulación de políticas en los años futuros. A principios de este año, científicos de dieciséis países aunaron sus esfuerzos para comenzar a estudiar la relación entre la nutrición infantil y el desarrollo de enfermedades como la diabetes o las alergias en la edad adulta. Esta iniciativa ambiciosa es la primera de este tipo realizada en Europa con tan amplio alcance. A la cabeza de esta iniciativa se encuentra la profesora Cristina Campoy Folgoso (Investigadora de la Universidad de Granada, asistió como ponente en uno de los talleres que organizamos la OPI), quien opina que la programación de la nutrición infantil es una cuestión bastante reciente en el campo de la salud y la ciencia hoy en día. «Diferentes estudios muestran que la alimentación puede tener consecuencias a largo plazo en el crecimiento del niño y su salud durante el embarazo, la lactancia materna y la infancia. Asimismo, la alimentación puede influir en la aparición posterior de enfermedades», afirmó. Financiado por la Comisión Europea, el proyecto EARNEST o «Early Nutrition Programming Project» (dos proyectos en los que participa esta investigadora) tiene como objetivo ayudar en el desarrollo de políticas, campañas de información, documentos, guías y recomendaciones sobre los componentes nutricionales de los alimentos infantiles, para la mejora de las fórmulas de alimentos para niños. También colabora en el diseño de planes para prevenir y evitar los efectos negativos de la nutrición sobre el metabolismo. Para lograr estos objetivos, investigadores del Departamento de Pediatría de la Universidad de Granada han comenzado a colaborar con otras 38 universidades y empresas de 16 países europeos. Sus esfuerzos combinados ayudarán a los investigadores a conseguir un entendimiento más sólido de los efectos de la nutrición infantil en la aparición de problemas cardiovasculares, diabetes, obesidad, alergias, fragilidad ósea, función de las neuronas motoras y aspectos de la conducta de los niños.
El proyecto EARNEST realizará ensayos clínicos aleatorios e intervenciones nutricionales durante el embarazo y la infancia, estudios prospectivos, estudios en animales, células y genomita. El equipo examinará también estudios sociales y económicos relacionados con la nutrición en las primeras etapas de la vida y su influencia en el desarrollo posterior de enfermedades. Uno de los resultados que los científicos esperan obtener de este trabajo es desentrañar el mecanismo genético de enfermedades como la diabetes y obesidad. Se conoce que los niños alimentados con leche materna se diferencian en sus cinéticas de crecimiento de los niños alimentados con fórmulas comerciales. Estos niños ganan peso y altura fácilmente. «La obesidad es una epidemia mundial que va en aumento y tiene su origen, al menos parcialmente, durante el desarrollo del niño», explica la profesora Campoy Folgoso.
Considerando estas consecuencias, uno de los propósitos del proyecto es estudiar si la alimentación con leche materna puede prevenir el riesgo posterior de obesidad. Los países que participan en el proyecto son Bielorrusia, Bélgica, República Checa, Dinamarca, Finlandia, Francia, Alemania, Hungría, Italia, Países Bajos, Noruega, Polonia, España, Suecia, Suiza y Reino Unido.
Más información:
http://earnest.web.med.uni-muenchen.de/index2.htm